Delegados históricos del Andés Club de Fútbol
El delegado es una figura importantísima en el desarrollo de un partido oficial, pues es el máximo responsable de la relación con el equipo arbitral y de todo lo que ocurra en el entorno del terreno de juego, los vestuarios y las gradas. Un partido sin delegado no se puede celebrar, por eso vamos a tratar de este tema en lo referente a los delegados del Andés Club de Fútbol en sus 60 años de historia de un modo muy sintetizado.
Decir que en los primeros años que había un sólo equipo resultaba muy fácil esta labor, pues la podía hacer cualquier directivo, pero siempre con credencial federativa. Así, en principio y jugando aún en el Campo de El Pardo, desfilaron como delegados la mayoría de directivos que en ese momento tenía el Club. De este modo podíamos ver a Manolín y Lelo Cecilia, Félix del Castro, Gonzalín "El Capi" (que llevó el honor de ser el primer delegado del Campo San Pedro en su inauguración) y más tarde a Severo, casi siempre delegado en los partidos de casa.
Los delegados, aparte de esa labor en el campo, también en los desplazamientos nombraban y buscaban coches para llevar a los futbolistas. Al principio y como los viajes eran cortos, se viajaba en la furgoneta de César del Maestro y otras veces en coches particulares de personas que se ofrecían a realizar algún desplazamiento durante la temporada: Espina, Avelino, Manolo Feito, Gonzalín de Perín, etc. En fin, aquellas personas que tenían coche y disponían de tiempo para realizar viajes.
Ya con el equipo juvenil y con el campo San Pedro inaugurado se sigue el mismo procedimiento. Son los directivos los que hacen de delegados y así vemos en eventos de partidos lucir el brazalete a Ramón Cantina, Paco Calvario, Manolo Frexulfe, Paco El Bígaro y especialmente a Pipo, que durante muchos años fue el delegado del primer equipo tanto en casa como lejos de San Pedro.
Con la creación de nuevos equipos, las necesidades fueron ampliándose y muchas de ellas fueron cubiertas por los propios entrenadores, que al no disponer de título podían realizar ambas funciones. Tal es el caso de Juanín, Ferreras, Ramiro, Abelardo, Luis, Dani Gotuzzo, Armandín, Ventura, Quique, Melo, Gión, Marcos, Rula, Rubén Darío, Alfonso, Darío, Antonio, Francis, Carlos, Facundo y tantos otros, pues es muy difícil recordar a todos.
Otro punto a tener en cuenta es también la ayuda que en este sentido prestaban los padres o familiares de jugadores y que aún a día de hoy siguen realizando esta labor: Parrondo, Jesús, Remigio, Marcelino, Manolo Bígaro, Fernando López, etc.
En la actualidad el sistema ha cambiado en algún caso y así ahora hay entrenadores que traen o eligen su propio delegado. Tal es el caso por ejemplo de Miguel (entrenador varias temporadas del equipo juvenil) que venía siempre acompañado de su inseparable amigo Miguel Ángel, de Marino Solares con Fran, de Tito con Miguel o con Carlos.
Tenemos que nombrar también a Conchita, delegada del equipo femenino el año que compitió.
Y como no, en el equipo Regional o de Tercera División, a delegados tan importantes como Bruno, Luis, Rula, Fran, Pipo, Manolo y especialmente Gerva, que tanto en los equipos inferiores como en el Regional, desempeñó y desempeña su función con total maestría.
Aunque parezca que lo de los delegados es una cosa suplementaria, hay que indicar que en muchas jornadas y con todas las competiciones en marcha, se necesitan ocho personas o más para desempeñar esta función y dada la escasez de directivos, a veces resulta muy complicado. La dificultad aumenta en los desplazamientos para llevar toda la organización de todo el proceso del viaje y de resolver cualquier contingencia que se presente.
Los delegados, aunque no metan goles, son los testigos mudos de todo lo que ocurre en el vestuario, en el terreno de juego, en el banquillo, en los entrenos y en fin, el Ángel de la Guarda de todo el bloque deportivo.
¡¡ Que siga habiendo muchos delegados !!
Este apartado va por vosotros, muy agradecidos por vuestra labor y perdonad por no poder nombrarlos a todos, pues resulta casi imposible lograrlo.